CIUDAD DE MÉXICO.- En un operativo de alto impacto, el gobierno mexicano extraditó a 26 integrantes de distintos cárteles hacia Estados Unidos, todos acusados de delitos graves como tráfico de drogas, secuestro, homicidio, lavado de dinero y tráfico de personas. Esta acción forma parte de una estrategia bilateral para golpear a las organizaciones criminales más violentas del país y atender exigencias de Washington para frenar el tráfico de fentanilo y otras drogas.
Una de las razones del traslado de 26 capos de la delincuencia organizada a EU fue porque aún continuaban sus operaciones desde los penales en los que estaban recluidos.
Lo anterior fue dado a conocer por Omar García Harfuch, titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) en conferencia de prensa con respecto al envío de dichos criminales por petición del Departamento de Justicia de EU, y que fue una decisión soberana del Gobierno de México.
“Estos delincuentes de alto perfil que aún privados de su libertad continuaban dirigiendo actividades ilícitas mediante visitas, mismas que no pueden prohibirse por respeto a sus derechos humanos. Sin embargo, estas interacciones eran aprovechadas para mantener operaciones criminales, amenazar a funcionarios y extender redes de corrupción e intimidación, lo que representaba un riesgo inaceptable para la seguridad”, señaló el funcionario federal.
Harfuch detalló que la decisión de su traslado a Estados Unidos fue para “impedir que desde prisión continuarán ordenando secuestros, extorsiones, homicidios y otros delitos. Es un acto de autoridad resultado de la política de cero impunidad”.
A su vez, comentó que muchos de los delincuentes, entre los que está “El Cuini”, “La Tuta”, “El Mero Mero”, o un químico búlgaro al servicio del Cártel de Sinaloa, contaban con amparos para estar en penales de baja seguridad, y se preveía que otros tendrían resoluciones similares, lo que facilitaría “su traslado a penales estatales menos vigilados, incrementando el riesgo de continuar con sus operaciones delictivas o incluso un riesgo de fuga”.
Además, algunos de ellos contaban con recursos legales para lograr su liberación anticipada.
El titular de Seguridad indicó que en la acción participaron 988 elementos y 90 vehículos de la Defensa Nacional, Marina, Guardia Nacional, Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y la FGR.
Desde la Base Aérea Militar número 1, en 11 aeronaves de la Defensa Nacional y una aeronave de la Secretaría de Marina, se realizó el traslado hacia las siguientes ciudades en Estados Unidos:
8 a White Plains, en Nueva York
1 a John F. Kennedy, también en Nueva York
5 a San Diego, California
6 a Phoenix, Arizona
6 a Dulles, Virginia
“Actualmente, los centros penitenciarios en los que se encontraban las personas internas operan con total normalidad y no se registró ningún tipo de incidente durante estas operaciones”, subrayó Harfuch.
La lista incluye operadores de diferentes regiones y especialidades dentro del crimen organizado:
Enrique Arballo Talamantes, “El Junior”
Benito Barrios Maldonado, “El Comandante”
Francisco Conde Chávez
José Baldomero Fernández Beltrán, “Mero”
Ismael Enrique Fernández Vázquez
Juan Carlos Sánchez Gaytán, “El Mostachón” o “El Monstruo”
Luis Raúl Castro Valenzuela, “Chacho”
Leobardo García Corrales, “Leo”
Anton Petrov Kulkin
Roberto Omar López, “Shrek”
José Antonio Vivanco Hernández
Servando Gómez Martínez, “La Tuta”
Kevin Alonso Gil Acosta, “El 200”
Martín Zazueta Pérez y/o Mario Alexander Gámez Cuevas, “El Piyi”
Abigael González Valencia, “El Cuini”
José Francisco Mendoza Gómez, “Yiyo”
Hernán Domingo Ojeda López, “El Mero Mero”
Daniel Pérez Rojas, “El Cachetes”
David Fernando Vásquez Bejarano, “El Acelerado”
Mauro Alberto Núñez Ojeda, “Jando”
Jesús Guzmán Castro, “Chuy” o “Narizón”
Juan Carlos Félix Gastélum, “El Chavo Félix”
Pablo Edwin Huerta Nuno, “El Flaquito”
Roberto Salazar Toledo, “El Gordo Junior”
Abdul Karim Conteh
José Carlos Guzmán Bernal
Pero los nombres más fuertes se reservaron para el final de la lista, por su peso en el mundo criminal:
Kevin Gil Acosta “El 200” y Martín Zazueta Pérez “El Piyi”, jefes de seguridad de “Los Chapitos”.
Juan Carlos Félix Gastélum “El Chavo Félix”, líder de una célula del Cártel de Sinaloa y yerno de “El Mayo” Zambada.
Servando Gómez Martínez “La Tuta”, exlíder de Los Caballeros Templarios.
Abigael González Valencia “El Cuini”, considerado uno de los cerebros financieros del CJNG y cuñado de “El Mencho”.
Con esta entrega masiva —la segunda en lo que va del año— el gobierno de México busca desmantelar redes operativas clave, reducir la capacidad de corrupción interna y fortalecer su cooperación judicial con EE.UU. Además, envía un mensaje político claro: los criminales de alto perfil no encontrarán refugio en territorio nacional.
Con esta acción, las autoridades buscan enviar un mensaje claro contra la impunidad, demostrando que los narcos extraditados no podrán evadir la justicia. El gobierno federal espera que estas entregas fortalezcan la cooperación internacional en materia de seguridad y reduzcan la influencia de los grupos criminales en territorio mexicano.
AM.MX/fm