CIUDAD DE MÉXICO.- Luego de un mes y medio de vacaciones, el próximo 1 de septiembre millones de niños, niñas y adolescentes volverán a las aulas para dar inicio al Ciclo Escolar 2025-2026. Cada año, esta temporada genera una derrama económica significativa —de hasta 125 mil millones de pesos, de acuerdo con la Concanaco Servytur— impulsando campañas publicitarias de marcas que buscan capitalizar la demanda de productos escolares.
Pero más allá de los grandes jugadores, el regreso a clases también representa una oportunidad estratégica para un creciente segmento de microemprendedoras que elaboran y comercializan manualidades escolares personalizadas. Muchas de ellas aprovechan este momento para impulsar el consumo local, ya sea entre sus comunidades cercanas o a través de redes sociales, generando ingresos extra y posicionando su sello personal en una de las temporadas comerciales más importantes del año.
“A medida que se aproxima agosto, comunidades en redes sociales muestran planners creados desde cero, etiquetas escolares con nombres únicos, stickers organizativos y mochilas intervenidas con imágenes e ideas propias”, explica Yanelly Reyes Sánchez, Directora de Comunidades Cricut Latam, una marca especializada en herramientas de corte inteligente que permiten a millones de personas crear productos personalizados, desde manualidades hasta artículos de decoración y emprendimientos creativos.
En el corazón de esta transformación están mujeres que han hecho del diseño Do It Yourself algo más que una afición: una herramienta de identidad, autonomía y sustento económico. Madres creativas, profesoras emprendedoras y estudiantes organizadas han encontrado en la personalización una forma de expresión, pero también una vía para emprender desde casa. Según datos del INEGI, más del 60% de las mujeres que inician un negocio en México lo hacen desde el hogar, muchas de ellas impulsadas por la producción de artículos hechos a mano, productos personalizados o papelería creativa.
Este fenómeno ocurre en paralelo con un cambio cultural en los hábitos de consumo. El diseño escolar personalizado, por ejemplo, gana terreno como reflejo de una generación —padres millennials y jóvenes de la generación Z— que prioriza lo único frente a lo genérico. Plataformas como TikTok, Instagram o grupos de compraventa han amplificado esta demanda. Según Statista, las búsquedas relacionadas con “útiles escolares personalizados” crecieron más de 180% en América Latina entre junio y agosto de 2024. Detrás de esta tendencia no solo hay una nueva forma de consumir, sino también nuevas condiciones para producir: tecnologías accesibles que permiten crear desde casa, reducir costos y tiempos, y adaptar cada pieza al estilo de quien la usará.
Entre los productos más populares en esta temporada escolar destacan los planners personalizados. Diseñados digitalmente por las propias creadoras, estos organizadores van más allá de una libreta común: incluyen calendarios, metas, listas de tareas y frases motivacionales, adaptados al estilo y ritmo de cada estudiante. Su elaboración —desde el diseño hasta la impresión y el armado— puede realizarse desde casa gracias a herramientas digitales de diseño y corte, lo que permite a muchas emprendedoras ofrecer piezas únicas sin depender de procesos industriales.
Otro elemento en auge son las etiquetas escolares con nombre, que permiten identificar libros, mochilas y materiales con diseños a medida. Personalizables en forma, color y tipografía, pueden producirse en serie en poco tiempo, facilitando entregas rápidas sin comprometer la calidad. A esto se suman los stickers funcionales, que más allá de decorar, cumplen una función práctica como recordatorios visuales para fechas clave: exámenes, entregas o reuniones.
Este tipo de producción —artesanal pero tecnológicamente asistida— demuestra cómo las plataformas de innovación y creatividad digital, como Cricut, están redefiniendo los límites del emprendimiento. Al reducir barreras de entrada como espacio, equipo o inversión inicial, permiten que más personas conviertan ideas en productos, y productos en ingresos sostenibles desde el entorno doméstico.
“Para muchas de nuestras usuarias, el regreso a clases representa una de las temporadas más importantes del año. Hemos visto que, durante estas semanas, las microemprendedoras pueden incrementar sus ventas hasta en un 40%, gracias a la alta demanda de productos personalizados y la capacidad que tienen de responder rápidamente con diseños únicos y hechos a medida”, explica Yanelly Reyes Sánchez, Directora de Comunidades Cricut Latam.
Hoy el regreso a clases también es una oportunidad para quienes apuestan por lo hecho a mano, lo funcional y lo auténtico. Para las familias, estos productos representan una alternativa con estilo y personalidad; para las emprendedoras, son una vía real para generar ingresos, fidelizar clientes y hacer del nuevo ciclo escolar una experiencia verdaderamente única.
AM.MX/fm