CIUDAD DE MÉXICO.- Novelas, cuentos, ensayos, piezas de teatro e infinidad de artículos periodísticos. La carrera prolífica del escritor Mario Vargas Llosa, fallecido a los 89 años en Lima, duró casi 7 décadas y le valió, entre otros, el Premio Nobel de Literatura en 2010 y el premio Príncipe de Asturias.
Vargas Llosa era además integrante de la Academia Francesa, uno de los mayores honores culturales e intelectuales en Francia. Sus miembros son conocidos como les immortels (los inmortales), y solo hay 40 asientos, numerados y vitalicios.
Entre sus miembros destacados han estado Voltaire, Montesquieu, Victor Hugo y Alejandro Dumas.
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa nació en Arequipa, Perú, el 28 de marzo de 1936. Escritor, político y periodista peruano. Premio Nobel de Literatura 2010.
Pasa su infancia entre Bolivia y Perú y al terminar sus estudios primarios colabora en los diarios La Crónica y La Industria. En 1952 escribe una obra de teatro titulada La huida del Inca, que se estrena en un teatro de Lima.
Estudia Letras y Derecho en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y empieza a colaborar profesionalmente en periódicos y revistas, siendo editor de los Cuadernos de Composición y la revista Literatura.
En 1958 le conceden la beca de estudios “Javier Prado” en la Universidad Complutense de Madrid, donde obtiene el título de Doctor en Filosofía y Letras. Un año más tarde se traslada a París, y allí trabaja en diferentes medios hasta que logra entrar en la Agencia France Press y, más tarde, en la Radio Televisión Francesa, donde conoce a numerosos escritores hispanoamericanos.
En 1965 se integra en la revista cubana Casa de las Américas como miembro de su consejo de redacción y permanece en ella hasta 1971. En esos años actúa varias veces como jurado de los premios Casa de las Américas.
Posteriormente viaja a Nueva York, invitado al Congreso Mundial del PEN Club, e instala su residencia en Londres, donde trabaja como profesor de Literatura Hispanoamericana en el Queen Mary College.
Durante este periodo trabaja además como traductor para la UNESCO en Grecia, junto a Julio Cortázar; hasta 1974 su vida y la de su familia transcurre en Europa, residiendo en París, Londres y Barcelona.
En 1975 inicia una serie de trabajos cinematográficos, y en marzo de ese año es elegido Miembro de Número en la Real Academia Peruana de la Lengua. En 1976 es elegido presidente del PEN Club Internacional, cargo que ocupa hasta 1979.
En Perú presenta el programa televisivo La Torre de Babel y en 1983 preside la Comisión Investigadora del caso Uchuraccay, dedicado a resolver el asesinato de ocho periodistas. A finales de los ochenta entra en el mundo de la política en Perú y en 1990 regresa a Londres, donde retoma su actividad literaria.
En marzo de 1993 obtiene la nacionalidad española, sin renunciar a la peruana. Colabora en el diario El País y con la revista cultural Letras Libres.
En 1994 es nombrado miembro de la Real Academia Española y ese mismo año gana el Premio Miguel de Cervantes; posteriormente es reconocido doctor honoris causa en numerosas universidades. Su obra ha sido traducida a más de 30 idiomas.
En 2013 le conceden el premio Columnistas de El Mundo, en reconocimiento a su faceta periodística.
Vargas Llosa fallece el pasado 13 de abril de 2025, en su ciudad natal Lima, Perú.
El gobierno peruano decretó “Duelo Nacional el día 14 de abril” y anunció banderas a media asta en locales estatales con motivo del deceso, indicó un Decreto Supremo divulgado a medianoche.
Su disciplina y compromiso lo llevaron a producir una obra de asombrosa abundancia: 20 novelas, un libro de cuentos, 10 obras de teatro, 14 libros de ensayo, dos de crónicas y uno de memorias.
Estas son las obras de ficción más célebres del nobel de literatura nacido en 1936 en la ciudad peruana de Arequipa:
1. La ciudad y los perros (1963)
Con su primera novela, el autor peruano irrumpió en el panorama literario internacional de manera impactante, marcando también el inicio del llamado “Boom Latinoamericano”, un movimiento literario que revolucionó la narrativa del siglo XX en lengua española.
A este grupo pertenecen también los mexicanos Carlos Fuentes, Juan Rulfo y Vicente Leñero, el colombiano Gabriel García Márquez, el argentino Julio Cortázar y el uruguayo Juan Carlos Onetti, entre otros.
La historia, inspirada en sus vivencias personales, transcurre en el Colegio Militar Leoncio Prado, ubicado en Lima. Un internado de formación castrense donde jóvenes adolescentes se preparan para una posible carrera militar.
El colegio, sin embargo, representa cómo era a ojos de Vargas Llosa la sociedad peruana de la época: autoritaria, violenta, machista y profundamente desigual.
Al momento de su publicación, Perú atravesaba un periodo de fuertes tensiones políticas y sociales tras la dictadura del general Manuel A. Odría (1948–1956), por lo que la publicación de la novela fue polémica hasta el punto de que el ejército peruano quiso censurarla.
A Vargas Llosa le traería fama internacional y repudio local.
2. Conversación en La Catedral (1969)
Como figura clave de la literatura latinoamericana, su segunda novela de ficción tampoco defraudaría. Ambiciosa y compleja, “Conversación en La Catedral” fue considerada por muchos críticos como una de sus obras maestras.
El libro se caracteriza por los cambios constantes de narrador, de tiempos verbales y de escenas, lo que obliga al lector a reconstruir por si mismo los hechos.
El 3 de octubre de 1968, el general Juan Velasco Alvarado lideró un golpe militar que derrocó a Fernando Belaúnde Terry, elegido en las urnas en 1963. En ese contexto y solo un año después se publicaría este libro.
La historia gira en torno a Santiago Zavala, conocido como “Zavalita”, un joven periodista que acaba desilusionado, trabajando como redactor en un periódico sensacionalista y viviendo una vida gris.
Un día, se encuentra casualmente con un antiguo chofer de su padre, y juntos se sientan a conversar en un bar llamado precisamente “La Catedral”. La conversación y los recuerdos de ambos sirven como eje central de la novela.
3. La tía Julia y el escribidor (1977)
En un caso de rebeldía tribal, Vargas Llosa contrajo matrimonio en 1955, cuando aún contaba con 19 años, con su tía materna, la boliviana Julia Urquidi, 11 años mayor que él y divorciada. El escándalo en la familia fue enorme, no solo por la edad, sino por el parentesco.
De su relación con ella y su trabajo en Radio Panamericana saldría una de sus novelas más exitosas y graciosas: “La tía Julia y el escribidor”.
De nuevo, era una novela que contaba sus experiencias vitales, pero a diferencia de las anteriores obras, más densas y centradas en temas políticos, esta tiene un tono más ligero, casi humorístico y autobiográfico. Sí se mantiene la crítica al conservadurismo y clasismo de la sociedad peruana.
Cuando Vargas Llosa publicó “La tía Julia y el escribidor”, ya era un autor consagrado en América Latina y Europa.
Julia Urquidi publicaría luego una suerte de respuesta en su libro de memorias “Lo que Varguitas no dijo”.
4. La guerra del fin del mundo (1981)
Los críticos dicen que con este libro Vargas Llosa alcanzó la madurez literaria. Se nota, añade la crítica literaria, en la épica y las disertaciones filosóficas latentes en toda la narración.
Con “La guerra del fin del mundo” el escritor vira hacia la novela histórica de ficción.
Los acontecimientos que inspiran la historia son reales y ocurrieron en Brasil a fines del siglo XIX: la llamada Guerra de Canudos (1896–1897) fue una sangrienta rebelión religiosa que tuvo lugar en 1897 en Canudos, Brasil, y encabezada por el mesiánico Antonio Conselheiro.
Vargas Llosa toma este hecho real como base para una novela en la que múltiples personajes cruzan sus caminos: periodistas, soldados, bandidos, intelectuales, prostitutas, campesinos y políticos. El lector asiste no solo a una guerra física, sino también a una colisión ideológica entre modernidad y tradición, razón y fe.
Lo que empezó como un guión para una película que nunca se filmó terminaría convirtiéndose en una de sus obras más ambiciosas.
Más adelante regresaría a la novela histórica con “El paraíso en la otra esquina” (2003) y “El sueño del celta” (2010).
5. La fiesta del chivo (2000)
En 2000, cuando nadie lo esperaba, volvió a publicar una novela total con “La fiesta del chivo”, que rivalizaría con sus grandes logros en la escritura, como “Conversación en la catedral” o “La guerra del fin del mundo”.
Era el regreso del Vargas Llosa que se metía en el fragor de los grandes acontecimientos políticos y de la violencia. Y también el regreso a un tema muy atractivo para los escritores latinoamericanos: el caudillo devenido en dictador.
En esta ocasión, el foco se sitúa en la República Dominicana y la figura del dictador Rafael Leónidas Trujillo, quien gobernó con mano de hierro entre 1930 y 1961. Cómo haría antes, Vargas Llosa escribió esta novela tras una profunda investigación documental y entrevistas.
La trama gira en torno a Urania Cabral, hija de un antiguo funcionario trujillista, que regresa a Santo Domingo después de décadas en el exilio. Su viaje es el hilo conductor emocional y sirve para explorar el trauma personal y colectivo de una sociedad marcada por el silencio y la complicidad.
La novela denuncia cómo muchos sectores sociales –élite, iglesia, militares, empresarios– fueron cómplices del régimen, y cómo el miedo disolvió la responsabilidad individual.
Su literatura “estuvo marcada por la pasión por la literatura y el compromiso con la exploración de la condición humana a través de sus historias”, dijo La Casa de las Américas en su nota de despedida al genial escritor.
(Con información de Cervantes.org y BBC News Mundo)
AM.MX/fm
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