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jueves, agosto 7, 2025

10 mil microplásticos por mililitro: el riesgo oculto del agua embotellada

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Los expertos de Somos PURA responden esta duda común entre miles de mexicanos, hablan de qué factores influyen en el sabor del líquido y si esto impacta en su calidad y en la salud de quienes la bebemos. Entre más etapas y manos intervienen (lavado y desinfección de contenedores, embotellado, almacenamiento y transporte) más cambia su calidad y sabor. Los sistemas de filtración son una alternativa segura, práctica y sustentable, que ofrece agua limpia, sin contaminantes, directamente desde el hogar y sin generar desechos plásticos.

CIUDAD DE MÉXICO.- ¿Realmente existe una diferencia de sabor entre el agua embotellada, filtrada o de garrafón? La respuesta según los expertos es un rotundo sí, y tiene fundamentos científicos que van más allá de la simple percepción.

“El agua que consumimos contiene minerales disueltos, y son precisamente estos compuestos los que definen su sabor. Pero además, aportan matices que pueden ir desde lo metálico hasta lo refrescante”, explica Lucas Barrionuevo, Cofundador de Somos PURA, empresa especializada en purificación de agua.

Los minerales como el calcio, magnesio, sodio y bicarbonato actúan como los componentes que le dan personalidad a este líquido. Mientras que el calcio y magnesio aportan un sabor ligeramente áspero, el sodio puede generar una sensación salina, y los bicarbonatos contribuyen a un sabor más suave y fresco.

¿Por qué cada tipo sabe diferente?

Las diferencias entre agua embotellada, filtrada y de garrafón no son únicamente de presentación. Cada una tiene procesos distintos que modifican su composición y, por ende, su sabor. Entender estas diferencias es clave para tomar decisiones informadas sobre el consumo diario.

El agua embotellada, a pesar de ser de la misma marca, enfrenta dificultades para mantener un perfil mineral constante. Además, el material del envase, los microplásticos, el tiempo de almacenamiento y los químicos utilizados para la desinfección de las botellas también alteran el resultado final.

Por otro lado, la filtración de este líquido ofrece un mayor control sobre el procedimiento. Los sistemas eliminan cloro y ciertos contaminantes que alteran el sabor, pero conservan los minerales beneficiosos, lo que genera un resultado equilibrado y agradable.

Finalmente, el sabor de los garrafones no proviene del proceso de filtrado, sino que se modifica mediante la incorporación de minerales después del tratamiento. A esto se suman las condiciones de traslado y la exposición a diferentes temperaturas, factores que de igual manera afectan el perfil gustativo.

“Mientras más manos intervienen en el proceso del agua, más se aleja del sabor que debería tener. Cada etapa, desde el lavado de contenedores hasta los procesos de embotellamiento, produce alteraciones no deseadas”, comenta Leandro Barrionuevo, también Cofundador de Somos PURA.

Lo que bebes sí importa

Desde el punto de vista de la salud, lo más importante es que el líquido esté libre de contaminantes y patógenos. El principal problema del agua embotellada es la cantidad de microplásticos presentes en los productos, cada mililitro contiene 10 mil partículas de este residuo; mientras que los garrafones, suelen estar expuestos a normas de higiene poco controladas, lo cual también representa un riesgo para el consumidor.

En términos de practicidad, el agua embotellada requiere compras constantes y acumulación de envases. Los garrafones, aunque convenientes para el hogar, demandan esfuerzo y generan un impacto ambiental debido al transporte que se requiere para que lleguen a tiendas de conveniencia, sin contar el riesgo de que el consumidor se quede sin este recurso en momentos inoportunos.

Ante estos desafíos, los sistemas de filtración ofrecen una alternativa eficiente y sustentable. Eliminan contaminantes y microplásticos, reducen la huella ambiental y ofrecen este líquido directamente del hogar las 24 horas del día. Más seguro, más responsable, más sencillo.

“Al final del día, la mejor decisión es aquella que garantiza agua de calidad sin comprometer nuestra salud ni el futuro del planeta. Los sistemas de filtración mejoran lo que bebemos hoy y protegen el mundo que dejaremos a las próximas generaciones”, concluye Lucas Barrionuevo.
AM.MX/fm

 

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